El universo mágico de Harry Potter, o el Mundo Mágico, sigue expandiéndose con nuevas precuelas, series televisivas y diversos videojuegos, no obstante, las películas originales de la saga mantienen un estatus inigualable e icónico.
Las encantadoras novelas de J.K. Rowling lograron transformarse en una de las sagas más influyentes en el cine de Hollywood durante los años 2000, contando con ocho filmes, lanzados anualmente, que representan la esencia de la magia.
Cada entrega se centra en un año académico en Hogwarts, narrando las aventuras de Harry Potter (interpretado por Daniel Radcliffe) y sus amigos, quienes van madurando mientras enfrentan luchas crecientes contra el temido Voldemort (Ralph Fiennes).
El inicio cinematográfico de Harry Potter fue en 2001 con Harry Potter y la piedra filosofal. La primera película, en su esencia, es una amena y entrañable historia acerca de un joven que descubre sus dotes mágicas. A medida que la saga progresa, se percibe una transición hacia tramas más sombrías, y los cambios en la dirección marcan notablemente las diferencias de tonalidad entre cada película.
A pesar de que hay retrocesos temporales o «flashbacks» en algunas películas, especialmente en las finales, la mayoría de la narrativa mantiene una estructura simple, donde el orden de visualización y el orden cronológico son coherentes.
En este fascinante viaje, somos testigos del crecimiento de los personajes y del desarrollo de temas profundos y emocionantes, adentrándonos en el mágico mundo creado por Rowling con cada película.
El cronograma de lanzamiento de las películas de Harry Potter es bastante claro: se lanzaba un nuevo filme casi anualmente, con alguna excepción de dos años entre ellos. Esto era lógico ya que, con jóvenes actores en roles protagónicos, dejar pasar más de un par de años entre películas hubiera representado inconvenientes en la saga, especialmente en lo que respecta al envejecimiento visible de los actores.
Además, el orden de las películas está en sincronía con el orden de los libros, incluyendo la modificación del título de la primera película, que en su versión original británica es «Harry Potter y la piedra filosofal», pero en Estados Unidos fue conocida como «Harry Potter and the Sorcerer’s Stone».
Para los que deseen un conocimiento integral de la franquicia, considerando las fechas de lanzamiento, el orden de las películas de Animales Fantásticos se presenta a continuación
Películas de Harry Potter en orden cronológico
Aunque las películas de Harry Potter mantienen un orden cronológico y de estreno similar, la narrativa interna de las películas presenta varios retrocesos o «flashbacks». Además, hay discusiones acerca de si las películas están ambientadas en los mismos años que los libros, o si suceden más adelante.
Esta cuestión permanece sin una resolución definitiva. Aunque la tradición de Harry Potter sugiere que él nació en los años 80, concordando con la época de la muerte de sus padres mostrada en la lápida en Godric’s Hollow, varios elementos de las películas no corresponden a ese periodo temporal. La vestimenta, por ejemplo, se adecua más al tiempo en el que las películas fueron realizadas que a una década anterior.
Además, un certificado de la escuela primaria de Dudley, visible en un set, está fechado en 2001. ¡Esto indicaría que las películas realmente transcurrieron entre 2001 y 2008!
Harry Potter y la piedra filosofal (1991 – 1992)
La odisea comienza principalmente en 1991, cuando Harry Potter alcanza los once años y se entera de su herencia mágica. Seguimos sus pasos mientras explora el mundo de la magia (y su propio papel en este) durante su primer año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
En lo que se convertiría en una constante a lo largo de la saga, el año escolar de Harry concluye frustrando un plan de Voldemort para conseguir la Piedra Filosofal y usarla para renacer. Sin embargo, existe una escena que se sitúa antes cronológicamente: el prólogo, donde vemos a Harry aún como un bebé, la noche en que sus padres son asesinados y Voldemort cae “derrotado”.
Harry Potter y la cámara secreta (1992 – 1993)
El segundo film arranca cerca del final de las vacaciones de verano de Harry. Al igual que los libros, las vacaciones no se exploran en profundidad, centrándose más en los eventos del año escolar.
Se introduce a Dobby, el elfo doméstico, y sus esfuerzos para impedir que Harry regrese a Hogwarts, y también a Ginny Weasley, quien tiene una aparición breve en la primera película y comienza la escuela en la segunda.
«Harry Potter y la Cámara Secreta» también alterna entre el pasado y el presente, con Harry y sus amigos descubriendo más sobre Tom Riddle y su época escolar, con escenas retrospectivas que revelan la expulsión de Hagrid y a un joven Voldemort.
Harry Potter y el prisionero de Azkaban (1993 – 1994)
La tercera entrega de la saga es probablemente la más intrincada en cuanto a cronología se refiere, introduciendo el Giratiempo y, con él, dos secuencias temporales distintas: la original y otra que se inicia cuando Harry y Hermione emplean el artefacto mágico para retroceder en el tiempo y revivir ciertos eventos de la noche.
En “El prisionero de Azkaban”, también conocemos a Sirius Black, una figura crucial en la vida de Harry. Este tercer film se distingue también por no concluir con una confrontación directa con Voldemort, sino con el descubrimiento de la auténtica identidad de Scabbers.
Harry Potter y el cáliz de fuego (1994 – 1995)
Este cuarto episodio nos ofrece más vislumbres de las vacaciones de verano que los anteriores, iniciando con la Copa Mundial de Quidditch y mostrando a Harry disfrutando del verano junto a los Weasley. El enfoque del film también se desvía de la habitual estructura anual escolar, debido a la inclusión del Torneo de los Tres Magos, donde Harry participa de manera no voluntaria.
A lo largo de la película, se recurre a flashbacks para contextualizar la sorpresiva revelación final: que Ojoloco Moody es, en realidad, Barty Crouch Jr. disfrazado. A pesar de estos elementos, la película mantiene, en su mayoría, una línea temporal coherente y sencilla.
Harry Potter y la Orden del Fénix (1995 – 1996)
«Harry Potter y la Orden del Fénix» nos lleva al quinto año de Harry en Hogwarts; ¡un año que por poco no ocurre! El film inicia en verano, momento en que Harry ejecuta un encantamiento Patronus y, como resultado, recibe una expulsión de Hogwarts.
Aunque la expulsión es posteriormente anulada, sienta las bases para un cambio en la percepción hacia Harry y Dumbledore y posibilita la introducción del Ministerio de Magia como un nuevo escenario. Como es tradición, la pugna entre Harry y Voldemort persiste hasta la conclusión del ciclo escolar, y Harry empieza a entender el lazo que comparte con él.
Harry Potter y el príncipe mestizo (1996 – 1997)
Aunque no es el cierre de la saga, esta entrega es la última centrada en un año académico en Hogwarts y recurre a numerosos retrocesos temporales, en los cuales Dumbledore comparte con Harry gran parte de su conocimiento sobre Voldemort y los Horrocruxes.
Estos retrocesos se experimentan también como recuerdos, con Harry y Dumbledore sumergiéndose en el Pensadero para revivir varias de las interacciones previas entre Dumbledore y Voldemort, incluido el crucial recuerdo de una conversación entre el profesor Slughorn y Tom Riddle.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Partes 1 y 2 (1997 – 1998)
Las dos películas finales transcurren en el mismo periodo temporal que sus predecesoras, siguiendo a Harry, Ron y Hermione en su abandono de Hogwarts y la preparación para el confrontamiento definitivo con Voldemort.
La temporalidad de estas últimas películas no se percibe tan lineal como en las anteriores, al no ajustarse al tradicional ciclo escolar, aunque la Navidad continúa siendo un punto de referencia para nuestro Trío Dorado.
Además, se presentan ciertos retornos al pasado relacionados con la historia de la Varita de Saúco y el Cuento de los Tres Hermanos; sin embargo, estos se narran como historias dentro del film, no como flashbacks per se.
Y, como no podría ser de otra manera, la saga cinematográfica concluye su recorrido en Hogwarts, con la batalla final que marca el epílogo de la serie.