Cada profesor que ha enseñado en Hogwarts tuvo su momento bajo los reflectores como estudiantes en las mismas aulas encantadas. Una pregunta que ha titilado en las mentes de los fanáticos de este mundo mágico es: ¿Dónde colgaban sus sombreros estos icónicos educadores durante sus días de juventud? ¿A qué casa pertenecen los profesores de Harry Potter?
Hogwarts, la renombrada escuela de Magia y Hechicería, divide a sus pupilos en cuatro emblemáticas casas, cada una fundada por un notable mago o bruja: Godric Gryffindor, Rowena Ravenclaw, Helga Hufflepuff y Salazar Slytherin.
Estas casas no solo son simples residencias, sino que representan ciertos valores: Gryffindor alberga a aquellos con corazones valientes, Ravenclaw a los pensadores perspicaces, Hufflepuff a las almas leales y justas, mientras que Slytherin se jacta de albergar a los astutos y decididos.
Mientras que las aventuras de Harry y sus amigos son el epicentro de la saga, los profesores que moldean sus habilidades mágicas tienen sus propias historias tejidas en el tapiz de Hogwarts.
Algunos, como McGonagall, Snape, Flitwick y Sprout, han dejado claras sus lealtades a través de sus roles como jefes de casa.
Pero, ¿qué hay de otros profesores, cuyas casas quedan en el misterio o se desvelan entre líneas? A continuación, nos sumergimos en el pasado de estos magos para descubrir en qué casa hicieron su hogar durante sus días estudiantiles.
Minerva McGonagall: Gryffindor
La profesora Minerva McGonagall es una figura interesante y multifacética en el mundo de Harry Potter. De hecho, es uno de los personajes más complejos y bien desarrollados en toda la saga literaria de Harry Potter.
Ser un Hatstall entre Gryffindor y Ravenclaw no es sorprendente dado su conjunto particular de habilidades y características. Es cierto que podría haber prosperado en cualquiera de las dos casas; sin embargo, su elección final de Gryffindor revela mucho sobre su carácter.
McGonagall es extremadamente inteligente y competente. Además de ser una experta en Transfiguración (una de las disciplinas mágicas más difíciles), también muestra un dominio notable de las tácticas y estrategias, particularmente en la Batalla de Hogwarts. Estas cualidades por sí solas la habrían hecho una excelente candidata para Ravenclaw.
Pero su valentía es una fuerza igualmente poderosa en su vida. McGonagall nunca duda en arriesgarse cuando la situación lo requiere. Su disposición para enfrentar peligros y amenazas, incluso cuando las probabilidades están en su contra, muestra su verdadera lealtad a los ideales de Gryffindor: valentía, nobleza y un fuerte sentido del bien y del mal.
Esa pasión ardiente y firmeza moral es lo que, al final, la hace una Gryffindor verdadera. Pero, como es el caso con muchos personajes en la saga, McGonagall demuestra que las personas no se definen por una sola cualidad o por la casa en la que son seleccionados.
Ella representa un equilibrio de valentía e inteligencia, mostrando que cada casa tiene su valor y que las cualidades que definen a cada una pueden coexistir armoniosamente en una sola persona.
Su entusiasmo por los logros de Gryffindor, su emoción durante los partidos de Quidditch, y su profundo sentido de justicia y equidad también revelan cuánto se identifica con su casa, lo que convierte a McGonagall en una de las Gryffindors más emblemáticas en toda la saga.
Albus Dumbledore
Albus Dumbledore es, sin duda, uno de los personajes más enigmáticos y complejos de toda la saga cinematográfica de Harry Potter. Su naturaleza multifacética lo hace resonar en las características de varias casas de Hogwarts, y eso es precisamente lo que lo hace tan fascinante.
Dumbledore es claramente brillante, siendo reconocido en su juventud como un prodigio en la magia. Su sed de conocimiento y su habilidad para resolver los misterios más complejos podría haberlo ubicado cómodamente en Ravenclaw.
También muestra una profunda ambición en su juventud, particularmente en sus tratos con Gellert Grindelwald, donde juntos soñaron con un nuevo orden mundial gobernado por magos «para el bien mayor».
Esta ambición y la capacidad de pensar estratégicamente, así como su interés en las Reliquias de la Muerte, podrían haberlo alineado con Slytherin.
Sin embargo, en última instancia, lo que define a Dumbledore es su moralidad y valentía.
A pesar de sus errores y ambiciones tempranas, Dumbledore se arrepiente profundamente de sus antiguas creencias y se dedica a luchar contra las fuerzas oscuras y a proteger a los demás.
Lidera la resistencia contra Voldemort no una, sino dos veces: primero fundando la Orden del Fénix durante la Primera Guerra Mágica y luego guiando en secreto a Harry en su misión para destruir los Horrocruxes.
La forma en que enfrenta su propia muerte con serenidad y valentía, orquestando su final de manera que beneficie al mundo mágico en la lucha contra Voldemort, es un testimonio del valor de un verdadero Gryffindor.
Es verdad que, como cualquier ser humano, Dumbledore es imperfecto y cometió errores en su vida, pero lo que es más impresionante es su capacidad para aprender de esos errores, asumir la responsabilidad y esforzarse por hacer lo correcto, incluso si eso significa enfrentar las duras verdades sobre sí mismo.
Así, aunque Dumbledore podría haber tenido cualidades que lo alinearían con otras casas, su valentía innata, su sentido de justicia y su deseo de proteger a los demás hacen que su lugar en Gryffindor sea merecido.
Alastor «Ojo Loco» Moody
Alastor «Ojo Loco» Moody es otro personaje de la saga de Harry Potter cuya personalidad y acciones son ricas en matices y complejidad. Conocido por su naturaleza desconfiada, su ojo mágico que puede ver a través de casi todo y su constante advertencia de «¡CONSTANTE VIGILANCIA!», Moody es una leyenda en el mundo mágico debido a su habilidad para atrapar a magos oscuros.
Moody fácilmente podría ser identificado con Gryffindor. Después de todo, su valentía es incuestionable. Como auror, enfrentó innumerables peligros y combatió contra magos oscuros, ganándose cada una de las cicatrices que adornan su rostro. Se unió a la Orden del Fénix no solo una vez, sino dos veces, demostrando un valor inquebrantable al enfrentarse a las fuerzas más oscuras del mundo mágico.
Sin embargo, la desconfianza y la vigilancia constantes de Moody también resuenan con las características de Slytherin. Está dispuesto a hacer lo que sea necesario para enseñar a los estudiantes cómo defenderse, incluso si sus métodos son un poco extremos o poco convencionales. Su capacidad para anticipar y contrarrestar los movimientos de sus enemigos muestra una astucia y estrategia que no estaría fuera de lugar en Slytherin.
Además, el compromiso de Moody con la justicia y la verdad, así como su lealtad a la Orden del Fénix, podrían alinearlo con las cualidades de Hufflepuff. A pesar de su exterior rudo, tiene un fuerte sentido de lo que es correcto y actúa en consecuencia.
No obstante, cuando pensamos en Alastor Moody, la valentía y la determinación para enfrentar el mal, incluso a costa de su propio bienestar, son las cualidades que más destacan. Si bien puede tener rasgos de otras casas, la audacia y el coraje de Moody solidifican su lugar en Gryffindor. Es un guerrero que ha dedicado su vida a combatir las fuerzas oscuras, y su legado es una prueba de su inquebrantable espíritu Gryffindor.
Filius Flitwick: Ravenclaw
El profesor Filius Flitwick es, en efecto, una encarnación viva de lo que significa ser un Ravenclaw. Aunque en los libros no se le da tanta atención como a otros profesores, las veces que aparece revelan mucho sobre su carácter y habilidades.
Flitwick es, sin lugar a dudas, un maestro en Encantamientos. Es el testimonio de su maestría que es él quien enseña a los estudiantes de Hogwarts esta materia, una de las más esenciales en el currículo mágico.
Encantamientos requiere precisión, estudio y comprensión profunda, cualidades que un Ravenclaw típico, como Flitwick, sin duda poseería.
Además, es mencionado en el mundo de Harry Potter que el profesor Flitwick fue un campeón duelo en su juventud. Eso muestra su capacidad de aplicar de manera efectiva su inteligencia y habilidades en situaciones prácticas y desafiantes, una cualidad admirable para cualquier mago y, en particular, para un Ravenclaw.
A pesar de su estatura pequeña y su comportamiento generalmente amable, Flitwick tiene un espíritu fuerte. No duda en unirse a la lucha contra las fuerzas de Voldemort, y como mencionaste, aunque entra en la batalla con renuencia, lo hace con determinación.
Su participación en la Batalla de Hogwarts no sólo muestra su valentía, sino también su compromiso con proteger la educación, el conocimiento y, sobre todo, a sus estudiantes.
Severus Snape: Slytherin
Severus Snape es uno de los personajes más complejos de la saga de Harry Potter. Durante gran parte de la saga, se presenta como un antagonista y, en muchos sentidos, encarna las características que tradicionalmente se asocian con Slytherin: astucia, ambición y un sentido pragmático de autoconservación.
A lo largo de los libros, su relación con Harry es tensa y a menudo hostil, lo que lleva a muchos a preguntarse sobre la verdadera naturaleza de Snape y su lealtad.
Pero el último libro, «Las Reliquias de la Muerte», ofrece una profunda revisión del carácter de Snape, revelando sus sacrificios ocultos, su amor no correspondido por Lily Potter y su valiente servicio como doble agente.
Estas revelaciones complican aún más la percepción del personaje y muestran que, aunque Snape tenía muchos defectos, también tenía una capacidad profunda para amar y sacrificarse.
Dolores Umbridge: Slytherin
Dolores Umbridge, introducida en «La Orden del Fénix», es sin duda una de las figuras más desagradables en el mundo mágico de Harry Potter.
Aunque estudió en Slytherin durante sus días en Hogwarts, no es justo generalizar a todos los Slytherins basándose en su comportamiento tóxico. Es importante señalar que, mientras Slytherin valora la ambición y la astucia, no todos sus miembros se desvían hacia la crueldad o el prejuicio.
A pesar de su asociación con Slytherin, lo que distingue a Umbridge es su uso perverso de la autoridad y su actitud discriminatoria hacia ciertos grupos dentro de la comunidad mágica.
Su prejuicio es evidente en su trato hacia las criaturas mágicas, los nacidos de muggles y los squibs. Estos rasgos, combinados con su ambición sin límites, hacen de Umbridge un personaje formidablemente detestable.
Sin embargo, recordemos que Slytherin ha producido muchos personajes con corazones más complejos, como Severus Snape, que a pesar de sus defectos, demostró tener una profunda capacidad para amar y sacrificarse.
Así que, aunque Umbridge puede personificar una versión negativa del Slytherin, no es en absoluto representativa de toda la casa.
Pomona Sprout: Hufflepuff
La profesora Pomona Sprout es el epítome de lo que significa ser un Hufflepuff. A lo largo de los libros, demuestra su dedicación, lealtad y, sobre todo, su ética de trabajo. Los Hufflepuff valoran la justicia, la lealtad y el trabajo duro, y Sprout personifica estos rasgos en su enseñanza y su trato con los estudiantes.
La Herbología, materia que enseña, requiere paciencia, cuidado y atención al detalle, características asociadas con Hufflepuff.
A lo largo de la saga, vemos cómo la profesora Sprout cuida de las plantas y enseña a sus estudiantes a hacer lo mismo, independientemente de su nivel de habilidad o experiencia previa.
Además, en momentos de crisis, como en la Batalla de Hogwarts (descúbre aquí si sobrevivirías a la Batalla de Hogwarts), Sprout muestra valentía y determinación, usando sus conocimientos de Herbología para defender el castillo.
Esto demuestra que, aunque los Hufflepuff pueden no buscar el conflicto, no dudarán en defender lo que creen que es correcto.
El trato de Sprout con Neville Longbottom es particularmente destacable. Aunque Neville lucha en muchas otras clases, especialmente bajo la enseñanza de Snape, Sprout lo alienta y reconoce su habilidad natural en Herbología. Esta actitud inclusiva y de apoyo es una de las razones por las que muchos estudiantes aman a Hufflepuff y a la profesora Sprout.
Remus Lupin: Gryffindor
Remus Lupin, con su semblante apacible y su profundo conocimiento, es una de las figuras más complejas y empáticas del universo de Harry Potter.
Su breve tiempo como profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras en Hogwarts dejó una impresión duradera tanto en Harry como en los lectores.
Si bien es cierto que, por su intelecto y carácter mesurado, podría haber encajado perfectamente en Ravenclaw, la decisión de que fuera un Gryffindor va más allá del simple acto de valentía. Es un recordatorio de que, en cada casa, existen matices.
Los Gryffindor no son solo valientes, pueden ser sabios, justos y astutos. Lo que define a Lupin como un Gryffindor es su capacidad de enfrentarse a sus propios demonios – su condición de hombre lobo – y al mismo tiempo proteger y enseñar a sus estudiantes con una dedicación sin igual.
Sus amigos Merodeadores, James Potter, Sirius Black y Peter Pettigrew, también eran Gryffindor, y juntos, con sus travesuras y lealtades, definieron una época en Hogwarts. Pero es la lucha interna y externa de Lupin lo que realmente destaca.
Cada mes, se enfrentaba a la agonizante transformación causada por la luna llena, una carga que llevaba con dignidad y reserva.
A pesar de los desafíos que enfrentó, siempre buscó hacer lo correcto, luchando no solo contra las fuerzas oscuras de Voldemort, sino también contra los prejuicios del mundo mágico hacia las criaturas como él.
En esencia, Remus Lupin es un testimonio de que ser valiente no significa simplemente enfrentar al enemigo, sino también enfrentarse a uno mismo, aceptarse y, sobre todo, seguir adelante con compasión y determinación.
Alecto y Amycus Carrow: Slytherin
Amycus y Alecto Carrow son ejemplos perturbadores del extremismo en el mundo mágico. Estos gemelos, con su lealtad férrea a Voldemort y sus ideales, representan la oscuridad que puede surgir cuando el prejuicio y el odio se dejan sin control.
Ambos asumieron roles cruciales en Hogwarts durante uno de los periodos más oscuros de su historia, reflejando la depravación del régimen de Voldemort.
En los libros, J.K. Rowling pinta un cuadro más detallado y tenebroso de su influencia en la escuela. La asignatura de Artes Oscuras, impartida por Amycus, ya no se centraba en defenderse de las fuerzas oscuras, sino en abrazarlas y utilizarlas.
Mientras que Alecto, al enseñar Estudios Muggles, torcía la verdad, retratando a los muggles y nacidos de muggles como seres inferiores, fortaleciendo así la propaganda anti-muggle que Voldemort y los Mortífagos deseaban difundir.
Que los Carrow sirvieran como subdirectores bajo el mandato de Snape evidencia el profundo alcance del control de Voldemort sobre Hogwarts.
El castigo y el miedo eran herramientas habituales en su régimen, y los Carrow eran implacables en su implementación. Su crueldad no conocía límites, y no dudaban en recurrir a la tortura para disciplinar a los estudiantes, especialmente a aquellos de ascendencia muggle.
La elección de Slytherin para los gemelos Carrow, aunque en línea con la tradición de su familia de sangre pura, sirve como un recordatorio de que esta casa ha producido tanto héroes como villanos.
Mientras que muchos Slytherins han mostrado cualidades redentoras y complejidades, los Carrow representan la encarnación de lo peor que Slytherin, y el mundo mágico en general, tiene para ofrecer.
Sin embargo, es esencial recordar que no todos los Slytherins son como ellos, y es el individuo, no la casa, quien define sus acciones y carácter.
Gilderoy Lockhart: Ravenclaw
En cuanto a en qué casas vivían los profesores de Hogwarts, la respuesta de Lockhart es la más sorprendente.
Lo único en lo que Gilderoy Lockhart parece ser bueno son en encantamientos de memoria, borrando los recuerdos de grandes brujas y magos y atribuyéndose el mérito de sus logros.
Sin embargo, hay otras razones claras por las que está en Ravenclaw. Es claramente brillante en los hechizos para la memoria, e incluso crea los suyos propios.
Es rápido y lo suficientemente inteligente como para manipular su camino hacia la fama. Los Ravenclaw también pueden ser conocidos por infringir las reglas, ya que les encanta encontrar lagunas y son profundamente independientes.
Horacio Slughorn: Slytherin
Horace Slughorn, con su encanto y su Club del Eslabón Perdido, es, sin lugar a dudas, un Slytherin pero con un matiz especial. Su enfoque hacia la ambición es más sutil que el del severo Severus Snape.
No busca el poder de una manera abrasiva o cruel, sino que prefiere moverse entre los círculos de poder y prestigio, cultivando relaciones con aquellos que considera prominentes o prometedores.
Desde su primera aparición en «El misterio del príncipe», queda claro que Slughorn tiene una propensión a rodearse de talento y fama. Su interés en Harry, al igual que antiguamente lo tuvo en Tom Riddle, no proviene de una necesidad de controlarlos, sino más bien de estar asociado con su notoriedad. Pero no es una figura malintencionada; su deseo de reconocimiento no eclipsa su capacidad para discernir lo correcto de lo incorrecto.
Uno de los aspectos más destacados del personaje de Slughorn es su relación con Lily Potter, madre de Harry.
A pesar de que era hija de muggles, Slughorn la valoraba inmensamente por su habilidad y talento en pociones.
Esto sirve como un recordatorio poderoso de que la casa de Slytherin, a pesar de las sombras que a menudo se ciernen sobre ella, no es un monolito de prejuicios y malicia.
Hay Slytherins que reconocen y valoran la capacidad y el carácter por encima del linaje. Slughorn demuestra que las casas de Hogwarts, incluso Slytherin, son ricas en diversidad y complejidad, y que cada individuo es mucho más que los estereotipos que podrían definir a su casa.
Quirinus Quirrell: Ravenclaw
El Profesor Quirrell es, sin duda, uno de los personajes más intrigantes en el universo de Harry Potter.
Si bien es fácil asociar a los villanos con Slytherin debido a las representaciones predominantes en la saga, la elección de J.K. Rowling de colocar a Quirrell en Ravenclaw subraya una verdad esencial: la moralidad y la ética no se limitan a una casa.
Cada casa tiene su propio conjunto de valores y cualidades, pero cómo un individuo decide vivir según esos valores y cómo interpreta esos rasgos es completamente subjetivo.
Quirrell es un gran ejemplo de las complejidades y matices del sistema de casas en Hogwarts.
Por un lado, encarna muchas de las características clásicas de Ravenclaw. Su inteligencia es indiscutible, y su curiosidad por el mundo mágico lo llevó en una búsqueda para encontrar medios para fortalecerse, un viaje que eventualmente lo llevó a cruzar caminos con Voldemort.
Esta curiosidad y deseo de conocimiento, que es muy Ravenclaw en esencia, también fue su perdición.
Es importante recordar que el ser inteligente o ávido de conocimiento no necesariamente se traduce en tener buen juicio o ética sólida.
La historia de Quirrell sirve como una advertencia sobre los peligros del conocimiento sin sabiduría, y la búsqueda de poder sin la fortaleza moral para manejarlo.
El hecho de que haya sido Ravenclaw refuerza la idea de que la maldad, la debilidad o la corrupción no son exclusivas de una casa, sino que son aspectos humanos que todos debemos vigilar y contra los cuales debemos luchar.
La historia de Quirrell nos muestra que todos, independientemente de su casa, son susceptibles a la tentación y a la influencia negativa si no están firmemente arraigados en valores y principios sólidos.
Rubeus Hagrid: Gryffindor
El majestuoso Hogwarts ha tenido la dicha de albergar a personajes con historias tan ricas y variadas como sus propios pasillos encantados. Entre ellos destaca el entrañable Rubeus Hagrid.
Aunque compartió casa, Gryffindor, con grandes magos como Dumbledore, Hagrid tiene una esencia que, sin duda alguna, refleja el espíritu leonado de esta casa.
Su paso por Hogwarts como estudiante tuvo sus momentos de adversidad, siendo expulsado en circunstancias lamentables.
Sin embargo, la vida, con sus vueltas y revueltas, lo llevó de regreso al castillo, esta vez como Profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas. Su elección de casa, Gryffindor, no parece ser fruto de la casualidad.
Hagrid personifica la valentía y el coraje, siempre dispuesto a enfrentar cualquier desafío y a defender lo que es justo. Su corazón, tan grande como él mismo, rebosa de un cariño y una pasión genuinos por las criaturas y las personas que lo rodean.
Aunque puede que no siempre demuestre la delicadeza o el refinamiento que otros podrían esperar, la esencia de Hagrid reside en su sinceridad y en sus nobles intenciones.
Torpezas aparte, su bondad y lealtad inquebrantable son testimonios vivos de lo que significa ser un verdadero Gryffindor.
En las aulas o en el Bosque Prohibido, Hagrid enseña no solo sobre criaturas mágicas, sino también sobre el valor de la amistad, el amor y el coraje.
Sin duda, es un estandarte brillante de su casa, demostrando que la grandeza se encuentra no solo en los actos heroicos, sino también en la genuina bondad del corazón.
Sybill Trelawney: Ravenclaw
Ah, la inimitable profesora Sybill Trelawney. Aunque para muchos podría parecer una elección poco convencional para la casa de Ravenclaw, su pertenencia a esta venerada casa nos recuerda la diversidad y complejidad que reside dentro de cada una de las cuatro casas de Hogwarts.
Muchos podrían cuestionar la conexión de Trelawney con Ravenclaw, considerando sus predicciones a menudo ambiguas y su aparente falta de afinidad con el conocimiento tradicional.
Sin embargo, Ravenclaw no solo abraza el conocimiento académico. Su fundadora, Rowena Ravenclaw, valoraba la sabiduría en todas sus formas, y eso incluye a aquellos que ven el mundo desde una perspectiva única.
Al igual que Luna Lovegood, Trelawney encarna una faceta menos reconocida, pero esencial, de Ravenclaw: la excentricidad. Su mente no está encadenada por la rigidez del pensamiento convencional.
Es este tipo de creatividad y apertura mental la que permite a los Ravenclaw, en ocasiones, parecer los más «extraños» o «singulares» entre sus pares. Pero es esta misma peculiaridad la que puede dar lugar a visiones y entendimientos que escapan a los demás.
La Profesora Trelawney, con sus bolas de cristal y hojas de té, nos muestra que ser un Ravenclaw no significa simplemente leer libros y acumular conocimientos. También se trata de pensar fuera de lo común, de desafiar las expectativas y de abrazar las maravillas y misterios del universo desde un ángulo completamente único.
Porque, después de todo, la verdadera sabiduría no reside solo en lo que sabemos, sino también en cómo interpretamos y entendemos lo desconocido.
Bai Howin: Hufflepuff
Sumergiéndonos en las historias menos exploradas de Hogwarts, nos encontramos con la intrigante profesora Bai Howin, quien enseñó Cuidado de Criaturas Mágicas antes que figuras icónicas como Hagrid y Kettleburn.
En esos tiempos, la asignatura llevaba el nombre más simplificado de «Bestias». Aunque muchos podrían asumir erróneamente que pertenecía a otra casa debido a su naturaleza, la lealtad de la profesora Howin estaba con Hufflepuff.
Su inclusión en la casa de Helga Hufflepuff pudo haber sorprendido a aquellos que se adentraron en la historia de Hogwarts Legacy, en especial cuando la comparamos con profesores más dulces y vivaces como el profesor Garlick.
A pesar de su seriedad y la exigencia de respeto hacia su materia, es su predisposición favorable hacia los estudiantes que muestran determinación y esfuerzo en sus estudios lo que resalta su verdadera naturaleza de Hufflepuff.
Es un recordatorio de que los valores y virtudes de una casa no siempre se manifiestan de manera obvia, sino que a veces se revelan en los matices más sutiles de la personalidad.
Aesop Sharp: Slytherin
Es fascinante notar que Slytherin parece tener un vínculo casi natural con la compleja y meticulosa arte de las Pociones.
A lo largo de los años y hasta en el escenario de Hogwarts Legacy, se revela que los Maestros de Pociones tienden a provenir de la casa del astuto Salazar Slytherin.
Tomemos, por ejemplo, al Profesor Sharp, quien comparte su lealtad a Slytherin con otros personajes notables como Slughorn y Snape.
Aunque no exhibe la misma inclinación a la intimidación que tenía Snape, el Profesor Sharp es igualmente riguroso y no tiene paciencia para la tontería o el descuido.
Este académico no es un recién llegado al mundo mágico; antes de unirse al cuerpo docente de Hogwarts, Sharp era un Auror, hasta que una lesión cambió su trayectoria profesional.
Es conocido por su plan de estudios riguroso, como se puede escuchar en múltiples conversaciones durante el juego, y ganarse su aprobación no es tarea fácil.
Sin embargo, la fuente de su estricto enfoque educativo proviene de su profundo respeto por su materia y su admiración por aquellos que muestran verdadera habilidad en el campo.
En eso, demuestra que la ambición y la excelencia son realmente las marcas de un Slytherin, características que lleva con orgullo tanto en su enseñanza como en su evaluación de los estudiantes.
Dinah Hecat: Ravenclaw
Antes de que el oscuro influjo de Voldemort extendiera su sombra sobre el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras, una figura imponente y firme dominaba esas aulas: la profesora Dinah Hecat.
Dentro del vasto mosaico de casas y personalidades que forman la historia de Hogwarts, la profesora Hecat brillaba con los colores de Ravenclaw.
Aunque compartiera la casa con personajes tan variopintos como Trelawney o Lockhart, su enfoque y actitud eran decididamente diferentes.
Poseedora de un carácter afable pero sin rastro de frivolidad, Hecat inculcaba en sus estudiantes una mentalidad de no aceptar mediocridades.
Esperaba, de manera justa pero rigurosa, que cada joven mago y bruja que entrara en su clase enfrentara los desafíos con la seriedad que el estudio de las artes oscuras requería. Y, siendo una Ravenclaw, su aguda inteligencia no pasaba desapercibida.
De hecho, antes de decidir compartir su vasto conocimiento en Hogwarts, circulaban rumores que la vinculaban como Indescriptible, trabajando en las profundidades del enigmático Departamento de Misterios dentro del Ministerio de Magia. Sin duda, una figura de respeto y admiración en el mundo mágico.